María de la Paz Montero Gutiérrez

Técnica de Investigación en el departamento de Ingeniería Energética de la Universidad de Sevilla (Grupo de Termotecnia)

Desde que tengo uso de razón he visto a mi padre trabajar en su taller de coches. Siempre que merodeaba por allí sentía curiosidad por la cantidad de piezas y herramientas que utilizaba para reparar cualquier cosa. Recuerdo que le preguntaba muchas veces para qué servía esto o aquello; le quitaba alguna que otra llave inglesa para jugar a “reparar coches” en casa o incluso me quedaba muy embobada mirando cómo desmontaba y volvía a montar aquello que parecía un rompecabezas. En el instituto destacaba en las asignaturas de matemáticas, tecnología, electrotecnia, dibujo técnico y física. Tenía unos profesores ejemplares, los cuales me enseñaban conceptos a base de trabajos prácticos que se me daban fenomenal. Gracias a esto cada vez tenía más claro que la rama tecnológica era “mi sitio”.

Cuando hice selectividad, estaba al 90% segura que quería realizar ingeniería o arquitectura. Era inevitable no centrarse en preguntas y afirmaciones frecuentes como: “¿Estás segura?”, “Es una carrera muy difícil”, “Posiblemente te equivoques”, “No apruebas en 4 años, seguro”, “Ten paciencia porque esta carrera va a ser larga”, “Carrera de hombre”, etcétera. Y digo yo, ¿qué más da? Cuando algo te gusta y te apasiona, se nota y haces todo lo posible por conseguirlo. Gracias al apoyo y esfuerzo incondicional de mis padres decidí estudiar en Cádiz, decantándome por Ingeniería Mecánica.

Comencé a estudiar y trabajar la ingeniería en el año 2015, y desde entonces no he dejado de hacerlo. A día de hoy no me arrepiento de la elección que tomé y me doy cuenta que podría haber elegido cualquier otra rama industrial. Esto se debe a que, al igual que la mecánica, la electricidad, electrónica y la química me encantan. Debido a esto, comencé el Máster en Ingeniería Industrial en el año 2019.

Considero que he aprovechado al máximo mis años universitarios, tomando toda oportunidad que se me brindaba. He pertenecido a la asociación Formula Gades, he sido alumna colaboradora del Departamento de Estadística e Investigación Operativa, y del Departamento de Ingeniería Mecánica y Diseño Industrial. Mención especial a este último departamento, gracias al cual he tenido la oportunidad de participar y quedar en segunda posición en el V Concurso de Dirección de Proyectos. Asimismo, he podido desarrollar y presentar mis proyectos que dieron fin al grado y al máster, obteniendo matrícula de honor y premios extraordinarios en ambos. Agradezco enormemente a mi tutor Alberto Cerezo el apoyo y la ayuda que me ha brindado durante estos años.

Además de estudiar, durante los años académicos he tenido la oportunidad de desarrollarme profesionalmente. He realizado prácticas curriculares en Titania, Ensayos y Proyectos Industriales y he aprendido muchísimo en una oficina técnica llevando a cabo todo tipo de proyectos. Actualmente me encuentro trabajando de Técnica de Investigación en el departamento de Ingeniería Energética de la Universidad de Sevilla (Grupo de Termotecnia), en el que me encuentro muy cómoda y vislumbro un futuro lleno de oportunidades y logros.

Por suerte cada vez son más las chicas las que deciden estudiar grados STEM, y por consiguiente, dedicarse en cuerpo y alma al mundo científico-tecnológico. Aun así, a día de hoy sigue siendo fundamental educar en igualdad y respeto para eliminar la brecha de género que persiste en la sociedad. Ojalá mi historia sirva de inspiración a alguna chica que se encuentra decidiendo su futuro. La perseverancia en todo los ámbitos es clave del éxito.